Según la evidencia médica actual, los tratamientos de preservación de la fertilidad no interfieren con el éxito de los tratamientos oncológicos. Es decir, estos procedimientos no comprometen la efectividad de la quimioterapia o la radioterapia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el retraso en el inicio de los tratamientos médicos o quirúrgicos, para preservar la fertilidad, podría afectar el éxito del tratamiento oncológico en sí. Por lo tanto, es fundamental que los pacientes con cáncer que deseen preservar su fertilidad sean derivados rápidamente a especialistas, para ser evaluados y tratados oportunamente y garantizar el mejor resultado posible, en ambos frentes.